sábado, 26 de febrero de 2011

cargada de futuro

Yo leía el último capitulo de mi libro(que por cierto, es de un encantador de serpientes llamado Rolo Diez) acompañada del café con leche que me despierta. No quería terminarlo y dejar partir los personajes, es como la desgana de comerse el ultimo trozo de queso de Azeitao*, o mentalidad de junkie, depende del grado de ansiedad.

La vi enganchar la bici con gestos cansados y levantar los ojos hacia la cometa de metal mientras lo escuchaba. El me daba la espalda. Plantó las piernas como dos hierros que lo mantuvieran a flote y cruzó los brazos sobre el pecho, que es una forma de resistencia como cualquier otra.

No lo pude escuchar(aún estaba decidiendo si seguiria a Rolo) pero la voz de ella me llegó clara como la letra de una música por la noche. Solté el libro y el pudor de escuchar una conversación ajena, que de todas formas es falso cuando vives en una ciudad llena de gente que disfruta la calle.

-No tengo miedo de que no me entiendan, no tengo miedo que me juzguen, tengo miedo de la mentira, porque construye una realidad paralela y a medias. La verdad, es como la poesía, un arma cargada de futuro. Si no creo en eso, dejo de creer en mi y si lo hago, ya no sé si te quiero.

No lloraba, pero estoy segura de que ahí había un llanto invisible, de cansancio de derrotas regulares. Su falda verde como la bicicleta y las piernas doradas por el sol se balancearan ligeramente, en gesto de niña pequeña.

El le contestó algo, que volví a no poder escuchar. Ella bajó la calle sin rastro de escena final de película, los pasos más bien eran los de alguien que iba a comprar al mercado, sin pretensiones de miradas ajenas.

Caminaba firme, segura, quizás sin llegar a ser consciente de hasta que punto la verdad puede ser sensual.


*El queso de Azeitao es producido a partir de leche de oveja en algunos municipios en el distrito de Setúbal, en particular en Palmela, Sesimbra y Azeitão. Los quesos son de forma cilíndrica y de paredes curvas, con cerca de 5 cm y 8 cm de diámetro, con un peso promedio de 250 g.Se vende con 20 días de curación, por lo general envuelto en papel vegetal “. La corteza es fina y suave amarillo paja. Es un queso de pasta blanda, con unos ojos de rafia amarilla,sabor a mantequilla y aroma similar al queso de Serra, aunque es ligeramente más ácida. (http://www.absolutportugal.com/el-queso-de-azeitao)

jueves, 17 de febrero de 2011

Devolve


Um sonho como uma nuvem de pedra.
A desfazer-se em partículas.
À espera que os Oceanos devolvam um pedaço de infinito azul.

domingo, 13 de febrero de 2011

el castillo

El sol del mediodía le quemaba el cuero cabelludo. Los baixos estaban preparados.

La Santa Eulália no perdonaba y el talón implacable de Joan lo confirmó.

Apretó los dientes y hincó las manos, la mente se fue lejos de la plaza, apretada de niños, palomas, turistas e incluso un hombre bebido que preguntaba a gritos cuanto había costado todo el espectáculo, y qué donde estaba la crisis, se pegaba en el pecho y decía:”I`m from India”(hasta que una madre, harta, le pidió que se callara, que los críos no estaban entendiendo nada y que ese no era el momento).

No, no voy a firmar el proyecto. Que le den al jefe y al empleo. Una multinacional, un ayuntamiento corrupto y un despacho sediento. Vaya trío! Más un bosque de 7 Ha que se va al cuerno. Pues no con mi ayuda.

El peso de Gemma clavó los pies de Joan sobre sus hombros. Una niña con ojos como platos la miraba con la boca abierta de expectativa.

Que me despidan, me da igual. No, mentira, no me da igual, al revés, tendré tiempo, mi tiempo...Ya encontraré otra cosa, tengo el paro y mientras tanto, aprovecho y averiguó que quiero hacer con mi vida.

Reventaran aplausos y la niña cerró la boca. Las gotas de sudor le hacían cosquillas en la nariz.

¿Y el amor?¿Qué hago con eso?Puedo intentar vivir sin el...Lástima que uno no se pueda despedir de algunas emociones y recibir prestación terapéutica por falta de magia.

El pañuelo rojo aflojó en su cintura y los pies de Joan volvieran a pisar el suelo. La espalda volvió a ser una línea verticalmente ondulada y la plaza volvió a estar, llena de gente que solo sabía que ella era parte de un castillo.