El lector que se sumerge en “la
soledad de los números primos” se deja atrapar por la culpa, la
soledad, la rabia y el desconcierto que sienten otros ante la vida.
Mattia caminaba apoyando primero la
punta del pie y luego el talón. Intentaba ser tan silencioso como
podía, de este modo todos sus actos tendrían menos responsabilidad
en la lenta y desordenada desintegración del mundo.
Alice, por la noche, comía hojas de
lechuga directamente de la bolsa, porque sólo sabían a agua.
Las manos de Mattia y la pierna de
Alice dejan a la vista marcas, cicatrices que terminamos buscando en
nosotros. Tal vez muchas sean invisibles al ojo humano, pero siempre
hay alguna que lo ha cambiado todo.
Los números primos son apenas
divisibles por 1 y por si mismos y se encuentran separados entre si.
Son solitarios, o como diría Mattia, sospechosos.
Mattia y Alice se mimetizan con lo que
los matemáticos llaman – los números primos gemelos. Un número
par entre ellos los impide de estar realmente unidos, “su verdadero
destino es quedarse solos”.
Quizá por ese motivo, los dos
personajes intrincadamente elaborados por Paolo Giordano poseen una
complicidad latente que no logran llegar a tocar, aunque si pueden
intuir.
En los dos hay traumas de infancia y la
conciencia de ser muy distintos de lo que los demás aparentan ser.
Pero incluso compartiendo un sentimiento de exclusión/soledad,
parecen ser apenas “divisibles” por ellos mismos.
Más allá de la metáfora, Giordano
enseña los bastidores de las apariencias con algunos de los
mecanismos que pueden llegar a confundir al observador. Él entreabre
la puerta de las dudas. Hasta qué punto la realidad que percibimos
es “real” si no tenemos acceso a todos los datos? Servirá de
algo detectar la herida que cambia nuestra mirada? Y la soledad? La
generamos nosotros mismos en impulsos sucesivos o es una herramienta
más de nuestro sistema de auto-boicot?
A la polémica sobre la calidad de esta
obra, sólo puedo añadir que un libro que genera preguntas y dudas
sobre nosotros no es un buen libro, es más que eso, es un libro
necesario para que podamos dividirnos más que por nosotros mismos.
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