martes, 7 de diciembre de 2010

gastronomía emocional

Y no sé que tiene mi cocina, pero es el lugar donde las palabras se mezclan con aromas y música para parir una melódica gastronomía emocional.

El lugar donde las palabras aparcan amontonadas, para que después, cuando reconocen su sitio, se hagan cargo de ideas, conceptos, sueños, miedos, planes, descubiertas, cotilleo sano, risas, deseos y todo lo demás que parece que nos rellena y nos lleva al acto.

Porque la palabra no es nada sin el acto y el acto, por su turno, necesita la palabra por perspectiva...

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