domingo, 2 de octubre de 2011

mañana

No llego a verbalizarlo...

No dejo de pelear, ni de reírme, ni de sacarle importancia. Ni de mirar a los demás para no hundirme en mi ombligo. Ni de mirar el mundo desde los ojos de mi hija.

Pero hoy he perdido la fe y desearía que mi vida dejara de torcerse a la derecha cuando mis pies intentan caminar hacía la izquierda y no sentirme tan agotada que me de ganas de mandar medio mundo a la mierda.

Mañana será otro día...

No hay comentarios:

Publicar un comentario