martes, 19 de octubre de 2010

De corsarios y sirenas

Soñé con un velero y el olor de la sal.

Sentadas en la proa.

Yo te contaba cuentos de corsarios que desdeñan las leyes de los hombres, de sirenas que cambian de forma y alma por amor, de piratas que buscan su tesoro aunque sin mapa.

De estrellas de mar, en forma de corazón roto, de polvo de arena que un día fue roca.

Después cogí el timón y desperté. Lo que me rodea no es tan distinto.

El amor es un motor (la frase no es mía - Facto Delafé… ) aunque ahora no tengo ninguna intuición sobre donde me lleva.Tengo velas por motor, necesito que el viento me conduzca.

Mi velero es negro, tiene dos ruedas, me permite sumergirme, flotar y perder la mirada sin mirar a nadie, y en mí ha cambiado algo que no tiene forma, ni color, ni nombre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario